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que te gustar�a para Navidad y yo estaba pensando en una Sauna Facial.
�Cómo puede ser que mi madre, despu�s de caer totalmente en desgracia y de librarse por los
pelos de una condena de varios a�os entre rejas, vuelva a comportarse exactamente igual que
antes, coqueteando abiertamente con oficiales de la polic�a y tortur�ndome?
-Por cierto, �vas a venir a... -por un segundo se me paró el corazón al pensar que iba a decir
�Buf� de Pavo al Curry� y tocar el tema de Mark Darcy, pero no-... la fiesta de Televisión
Vibrante del martes? -prosiguió alegremente.
Me estremec� de humillación. Por Dios, yo trabajo para Televisión Vibrante.
-No me han invitado -farfull�. No hay nada peor que tener que admitir ante tu madre que no
eres muy popular.
-Oh, cari�o, claro que te han invitado. Todo el mundo va a ir.
-No. No me han invitado.
-Bueno, quiz� no has trabajado durante el tiempo suficiente. De todas formas...
-Pero mam� -interrump�-, t� ni siquiera trabajas all�.
-Bueno, eso es diferente, cari�o. Me tengo que ir. �Adióóóós!
9 a.m. He tropezado mentalmente con un oasis en el desierto de estas fiestas cuando llegó una
invitación por correo, pero resultó ser una fiesta espejismo: la invitación a una venta de gafas
de dise�o.
11.30 a.m. Llam� a Tom en medio de mi paranoica desesperación para ver si quer�a salir esta
noche.
-Lo siento -dijo alegremente-, voy a llevar a Jerome a la fiesta PACT en el Club Groucho.
Oh, Dios, odio cuando Tom est� contento, confiado y llev�ndose bien con Jerome; le prefiero
mucho m�s cuando est� triste, inseguro y neurótico. Como �l nunca se cansa de decir: �Es tan
genial cuando las cosas le van mal al resto de la gente...�.
-De todos modos, nos vemos ma�ana -soltó- en casa de Rebecca.
Tom sólo ha visto a Rebecca dos veces, ambas en mi casa, y yo la conozco desde hace nueve
a�os. He decidido ir de compras y dejar de obsesionarme.
2 p.m. Me encontr� con Rebecca en Graham and Greene compr�ndose una bufanda de 169
libras. (�Qu� pasa con las bufandas? Hace cuatro d�as las encontrabas para regalos de
compromiso por 9,99 libras; ahora tienen que ser de terciopelo de primera calidad y cuestan
tanto como un televisor. El a�o que viene probablemente ocurrir� con los calcetines o las
bragas y nos sentiremos marginados si no llevamos extravagantes bragas inglesas de
terciopelo negro de 145 libras.)
-Hola -le dije emocionada, pensando que al final la pesadilla de la fiesta se acabar�a y que ella
tambi�n me dir�a: �Nos vemos el domingo�.
-Oh, hola -dijo con frialdad, sin mirarme a los ojos-. No puedo entretenerme. Tengo
much�sima prisa.
Cuando se fue de la tienda estaban anunciando �casta�as asadas al carbón� y me qued�
mirando fijamente un colador de Phillipe Starck que costaba 185 libras, intentando contener
las l�grimas.
Odio la Navidad. Todo est� pensado para las familias, el idilio, el calor, la emoción y los
regalos, y si no tienes ni novio, ni dinero, tu madre est� saliendo con un delincuente
portugu�s, y tus amigos ya no quieren ser tus amigos, te obliga a querer emigrar a un
despiadado r�gimen musulm�n, donde como m�nimo todas las mujeres son tratadas como
marginadas de la sociedad. De todas formas, me da igual. Voy a ponerme a leer un libro
durante todo el fin de semana y a escuchar m�sica cl�sica. Quiz� leer� El camino del hambre.
8.30 p.m. El flechazo ha estado muy bien. Voy a ir por otra botella de vino.
lunes 11 de diciembre
Regres� del trabajo para encontrarme un mensaje glacial en el contestador.
-Bridget. Soy Rebecca. Ya s� que ahora trabajas en televisión. S� que tienes fiestas con
mucho m�s glamour a las que asistir, pero pensaba que como m�nimo tendr�as la deferencia
de contestar a la invitación de una amiga, aunque seas demasiado fant�stica para dignarte
asistir a su fiesta.
Fren�tica, llam� a Rebecca, pero no hubo respuesta ni contestador autom�tico. Decid�
acercarme a su casa y dejarle una nota y me tropec� en las escaleras con Dan, el australiano
del piso de abajo al que besuque� en abril.
-Hola. Feliz Navidad -dijo con mirada lasciva, demasiado cerca de m�-. �Has recogido tu
correo? -le mir� sin comprender-. Te lo he estado metiendo por debajo de la puerta para que
no cojas fr�o por la ma�ana en camisón.
Corr� escaleras arriba, levant� el felpudo y all�, acurrucadas como si de un milagro de
Navidad se tratase, hab�a un montoncito de postales, cartas e invitaciones todas dirigidas a m�.
A m�. A m�. A m�.
jueves 14 de diciembre
58,5 kg, 2 copas (malo, ya que ayer no beb� ni una copa; tengo que compensarlo ma�ana para
evitar un ataque al corazón), 14 cigarrillos (�mal? �o quiz� bien? S�: un ligero nivel de
nicotina puede ser bueno para ti siempre y cuando no te atiborres de humo), 1.500 calor�as
(excelente), 4 lotos instant�neas (mal pero habr�a sido bueno si Richard Branson hubiese
ganado la loter�a a favor de una organización sin �nimo de lucro), 0 postales enviadas, 0
regalos comprados, 5 llamadas al 1471 (excelente).
�Fiestas, fiestas, fiestas! Adem�s Matt de la oficina acaba de llamar para preguntarme si voy a
la comida de Navidad del martes. No puedo gustarle -podr�a ser su t�a abuela-, pero entonces,
�por qu� me ha llamado por la noche? �Y por qu� me ha preguntado lo que llevaba puesto?
Ser� mejor que no me emocione demasiado y que no deje que el casbah de la fiesta y la
llamada del chico-que-me-deslumbra se me suban a la cabeza. Debo recordar el viejo dicho �a
perro flaco todo son pulgas� y no volver a caer en la trampa. Tambi�n debo recordar lo que
pasó la �ltima vez que besuque� a un mocoso: la terrible humillación de aquel �Mmm, est�s
blandita� con Gav. Hmmm. La tentadora comida de Navidad extra�amente seguida de bailes
en la discoteca por la tarde (la idea que tiene un editor de pasar un buen rato) implica
complejidad a la hora de escoger la ropa. Creo que ser� mejor que llame a Jude.
martes 19 de diciembre
60,3 kg (pero todav�a me queda casi una semana para perder 3 kilos antes de Navidad), 9
copas (regular), 30 cigarrillos, 4.240 calor�as, 1 loto instant�nea (excelente), 0 postales
enviadas, 11 postales recibidas, pero 2 del repartidor de periódicos, 1 del barrendero, 1 del
garaje Peugeot y 1 de un hotel en el que pas� una noche por motivos de trabajo hace cuatro
a�os. No soy popular, o quiz�s este a�o todos est�n enviando las postales m�s tarde.
9 a.m. Oh, Dios, me siento fatal: terrible resaca �cida y hoy es la comida discotequera de la
oficina. No puedo seguir. Voy a explotar a causa de la presión de las tareas no realizadas de
Navidad, como si fuese el repaso para los ex�menes finales. No he enviado postales y
tampoco he comprado regalos aparte de la vena consumidora que me cogió ayer a la hora de
comer cuando me di cuenta de que anoche iba a ver a las chicas por �ltima vez antes de
Navidad, en casa de Una y Jeremy.
Le tengo terror al intercambio de regalos con los amigos porque, al contrar�o que con la
familia, no hay forma posible de saber qui�n te va a regalar algo y qui�n no, ni si los regalos
han de ser pruebas de cari�o o regalos de verdad, y todo es como un intercambio de plicas
selladas. Hace dos a�os le compr� a Magda unos pendientes preciosos de Dinny Hall y
entonces ella se avergonzó y se sintió fatal por no haberme comprado nada. El a�o pasado,
por consiguiente, yo no le di nada y ella me compró un perfume car�simo de Coco Chanel.
Este a�o le compr� una botella grande de Azafr�n con Champ�n y una jabonera de metal
envejecido, y ella se puso de mal humor y empezó a decir mentiras acerca de por qu� no hab�a [ Pobierz całość w formacie PDF ]

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